La pirámide de Fraytag o estructura narrativa en 5 actos

Esquema de la pirámide de Fraytag o estructura narrativa en 5 actos

La pirámide de Freytag, también conocida como la estructura de cinco actos o la estructura dramática clásica, es un modelo utilizado en la teoría literaria y dramática para analizar la estructura de una historia o una obra teatral. Fue desarrollada por el dramaturgo alemán Gustav Freytag en el siglo XIX y se basa en la idea de que la mayoría de las historias pueden dividirse en cinco partes principales que siguen una progresión narrativa específica.

Las cinco partes de la pirámide de Freytag son las siguientes:

  1. Exposición: Introduce en la historia presentando los personajes, el escenario y la situación inicial. Aquí se establece el tono y el ambiente general de la historia.
  2. Incidente incitador: También conocido como «conflicto», es el punto de giro donde ocurre algo que perturba el equilibrio establecido en la exposición. Este incidente impulsa a los personajes a la acción y desencadena el conflicto principal de la historia.
  3. Clímax: Es el punto culminante de la historia, donde el conflicto llega a su momento más intenso y crucial. Aquí se resuelven las tensiones y se revelan las decisiones finales de los personajes.
  4. Descenso o caída: Después del clímax, la tensión comienza a disminuir. Los personajes enfrentan las consecuencias de sus acciones y se preparan para el desenlace. Esta etapa a menudo involucra una mayor complicación antes de llegar al final.
  5. Desenlace: También conocido como «resolución», es la parte final de la historia, donde se amarran los cabos sueltos y se presenta la conclusión del conflicto. También ofrece una visión de cómo los personajes han cambiado o cómo se ha resuelto la situación.

La pirámide de Freytag es un modelo útil para analizar la estructura de muchas obras literarias y dramáticas, ya que proporciona una guía para comprender cómo se desarrollan las tensiones y cómo se resuelven a lo largo de una narrativa. Es útil para escritores a la hora de diseñar los sucesos de la trama. Sin embargo, no todas las historias siguen esta estructura de manera estricta y algunas pueden presentar variaciones o subversiones de esta forma clásica.

Exposición

La exposición es crucial para establecer el escenario y los elementos fundamentales de la historia. El objetivo principal es introducir al público en el mundo de la narrativa y proporcionar la información necesaria para comprender el contexto de la historia, los personajes principales y la configuración inicial.

Aquí hay varios aspectos clave que se abordan en la exposición:

  • Introducción de personajes: En esta etapa, se presentan los personajes principales y secundarios que serán parte integral de la historia. Se revelan sus características, personalidades, relaciones y roles iniciales. El público comienza a conocer quiénes son los protagonistas, antagonistas y otros personajes relevantes.
  • Ambiente y escenario: La exposición establece el escenario en el que se desarrollará la historia. Esto podría incluir información sobre la época, el lugar, el entorno físico y cultural en el que se encuentran los personajes. El ambiente ayuda a crear el tono y la atmósfera general de la narrativa.
  • Situación inicial: Se presenta la situación en la que se encuentran los personajes al comienzo de la historia. Esto puede implicar conflictos latentes, desafíos pendientes o relaciones establecidas. La situación inicial establece el punto de partida desde el cual se desarrollarán los eventos posteriores.
  • Tema o premisa: La exposición también puede establecer el tema central de la historia o la premisa que guiará el desarrollo de los acontecimientos. Esta idea fundamental puede presentarse implícita o explícitamente.
  • Motivaciones y objetivos: Se revelan las motivaciones y objetivos iniciales de los personajes. Estas motivaciones a menudo proporcionan una base para el conflicto y la acción que se desarrollarán en las etapas posteriores de la narrativa.

La exposición es esencial para ofrecer al público una base sólida para comprender y conectarse con la historia. Una exposición efectiva permite que los lectores comprendan quiénes son los personajes, dónde y cuándo ocurre la historia, y cuáles son los problemas o desafíos iniciales que enfrentan los personajes. A medida que la exposición da paso a la etapa del incidente incitador, se crea la base para el conflicto principal que impulsará la narrativa hacia adelante.

Incidente incitador

El incidente incitador, también conocido como «conflicto», marca el punto crucial de la narrativa cuando presenta un evento que altera la situación establecida en la exposición, de este modo pone en marcha la trama principal de la historia. Este incidente desencadena un conflicto que motiva a los personajes a tomar acciones en consecuencia. Es un momento clave que cambia el rumbo de la historia hacia el clímax y la resolución.

Aquí hay un mayor detalle sobre las características del incidente incitador:

  • Disrupción del equilibrio: El incidente incitador interrumpe el equilibrio o la normalidad que se ha establecido en la exposición. Puede ser un evento sorprendente, una revelación impactante o una acción que altera el curso de la historia y crea un conflicto.
  • Generador de conflicto: Este incidente introduce un conflicto central que impulsa la trama. Puede tratarse de un problema interno para un personaje o un conflicto entre personajes, grupos o fuerzas externas. El conflicto brinda oportunidades para el desarrollo de los personajes y la evolución de la historia.
  • Cambios en las motivaciones: A raíz del incidente incitador, los personajes suelen cambiar sus objetivos, deseos y motivaciones. El evento puede obligarlos a enfrentar situaciones difíciles o a tomar decisiones que antes no habrían considerado.
  • Aumento de la tensión: Se incrementa la tensión dramática y la intriga. Los lectores se sienten atraídos por la historia y desean saber cómo se desarrollarán los eventos después de este punto crucial.
  • Inicio de la acción: A medida que el incidente incitador se desencadena, los personajes comienzan a actuar en respuesta al conflicto. Se toman decisiones y se emprenden acciones que conducirán a eventos futuros y a la resolución del conflicto.

El incidente incitador es el evento que propulsa la historia hacia adelante al desencadenar el conflicto principal. Marca el fin de la introducción y establece las bases para el desarrollo posterior de la trama. A partir de este punto, los personajes se ven inmersos en una serie de eventos que los llevarán hacia el clímax y el desenlace de la narrativa.

Clímax

El Clímax es uno de los momentos más intensos y decisivos en una narrativa. Ocupa una posición central en la pirámide de Freytag y representa el punto culminante de la tensión y el conflicto que se han estado construyendo a lo largo de la historia. En esta etapa, las fuerzas en conflicto llegan a su punto máximo de confrontación y se toman decisiones cruciales que determinarán el resultado final de la historia.

Aquí está una expansión sobre el clímax:

  • Máxima tensión: El clímax es el punto de máxima tensión dramática en la narrativa. Aquí es donde el conflicto principal alcanza su punto más alto y las emociones están en su punto álgido. Los lectores o espectadores están completamente involucrados en la historia en este momento.
  • Decisión crucial: Durante el clímax, los personajes a menudo enfrentan una decisión crucial o una situación en la que deben elegir un curso de acción definitivo. Esta elección puede ser una encrucijada que determina el resultado final de la historia.
  • Resolución del conflicto: El clímax también es el punto en el que el conflicto principal de la historia se resuelve de alguna manera. Puede ser una confrontación física, emocional o psicológica entre los personajes en conflicto. Esta resolución puede ser satisfactoria o insatisfactoria, dependiendo del tono y el género de la narrativa.
  • Cambios en los personajes: Los personajes a menudo experimentan cambios significativos durante el clímax. Pueden alcanzar una revelación personal, enfrentar sus miedos o tomar decisiones que reflejen su desarrollo a lo largo de la historia.
  • Punto de no retorno: Después del clímax, la historia toma una dirección definitiva hacia su desenlace. Las decisiones tomadas durante esta etapa pueden tener consecuencias irreversibles que afectarán el destino de los personajes y la trama en general.

El clímax es el momento de mayor intensidad y emoción en una narrativa. Representa el enfrentamiento y la resolución del conflicto principal, así como las decisiones cruciales que afectan el destino de los personajes. Después del clímax, la historia entra en la etapa de la caída hacia el desenlace, donde se abordan las consecuencias de las acciones tomadas durante este punto crítico.

Descenso o caída

La etapa del descenso, también conocida como la caída, sigue al clímax en la pirámide de Freytag y marca el comienzo de la resolución de la historia. Después del punto culminante de la tensión y el conflicto en el clímax, la trama comienza a disminuir gradualmente en intensidad mientras los personajes lidian con las consecuencias de las decisiones tomadas y los eventos ocurridos en el punto culminante de la historia.

Aquí hay una mayor exploración sobre el descenso o caída:

  • Desarrollo de consecuencias: Después del clímax, los personajes enfrentan las consecuencias de las decisiones y acciones que tomaron durante el punto más alto de la historia. Pueden estar lidiando con heridas emocionales, cambios en sus relaciones, o ajustándose a nuevas circunstancias.
  • Resolución de subtramas: Durante el Descenso, es común que las subtramas secundarias o los conflictos secundarios también se resuelvan. Estos pueden ser aspectos de la historia que se han estado desarrollando en paralelo al conflicto principal y que ahora encuentran su desenlace.
  • Disminución de la tensión: A medida que la trama se encamina hacia el desenlace, la tensión y la emoción dramática comienzan a disminuir. La narrativa se está preparando para un cierre y la atención se centra en cerrar los arcos de los personajes y resolver los temas pendientes.
  • Preparación para el desenlace: El descenso también sirve como preparación para el desenlace final de la historia. Los personajes pueden tomar decisiones finales o hacer elecciones que los conducirán al resultado final. Se establece la base para la resolución definitiva de los elementos narrativos.
  • Últimas revelaciones: A veces, durante el descenso, pueden ocurrir últimas revelaciones o giros de trama que agregan capas adicionales de significado a la historia. Estas revelaciones pueden dar una nueva perspectiva a los eventos pasados y contribuir al cierre de la narrativa.

El descenso o caída es la fase en la que la intensidad dramática disminuye después del clímax, y los personajes enfrentan las consecuencias y resuelven las subtramas secundarias antes de llegar al desenlace final. Esta etapa es esencial para proporcionar un cierre satisfactorio a la historia y permitir que los personajes enfrenten los desafíos y cambios que han surgido como resultado de las decisiones tomadas durante el clímax.

Desenlace

El desenlace es la etapa final en la estructura de la pirámide de Freytag y marca la conclusión de la narrativa. En esta fase, se resuelven los conflictos restantes, se cierran los arcos de los personajes y se proporciona una sensación de cierre y finalidad a la historia. El desenlace permite que el público obtenga una comprensión completa de cómo se han desarrollado los personajes y cómo se han resuelto los problemas planteados en la exposición.

Aquí está una mayor descripción del desenlace:

  • Resolución del conflicto principal: El desenlace trae la resolución final al conflicto principal que ha estado impulsando la trama. Los hilos sueltos se atan, las preguntas pendientes encuentran respuestas y se revela cómo se resuelve el conflicto central.
  • Destinos de los personajes: Durante el desenlace, los destinos de los personajes principales se revelan en detalle. Se muestra cómo han cambiado a lo largo de la historia y cómo han respondido a los eventos y desafíos. Los arcos de los personajes encuentran su conclusión y se ve su evolución.
  • Cierre de subtramas: Cualquier subtrama o conflicto secundario que no se haya resuelto durante el descenso también se aborda en el desenlace. Los elementos narrativos restantes encuentran su cierre y contribuyen a la sensación de satisfacción y conclusión.
  • Mensaje o tema final: En esta etapa, se puede hacer un refuerzo final del mensaje o tema central de la historia. Los escritores pueden resaltar la lección o la idea principal que querían transmitir a través de la narrativa.
  • Sensación de finalidad: El desenlace brinda una sensación de cierre y finalidad a la historia. Los lectores tienen la oportunidad de reflexionar sobre lo que han experimentado y de ver cómo todo se ha encajado para llegar a esta conclusión.
  • Posible epílogo: En algunas narrativas, el desenlace puede ir seguido de un epílogo. Este es un segmento adicional que puede proporcionar una visión a largo plazo de lo que sucede con los personajes después de la resolución de la historia principal.

En resumen, el desenlace es la fase en la que los conflictos se resuelven, los personajes encuentran su cierre y la historia llega a su fin. Esta etapa es fundamental para brindar una sensación de conclusión y satisfacción a los espectadores o lectores, y para permitir que la narrativa deje una impresión duradera.

Los 3 pilares para hacer una trama envolvente

Cada vez que abordo la cuestión de escribir una historia, la trama se convierte en el eje en torno al cual giran los personajes y la ambientación. Existen 20 tramas maestras a partir de los cuales podemos tejer una narrativa, como la búsqueda, la maduración, los descubrimientos o el amor prohibido. Estos conceptos nos permiten agrupar todas las historias conocidas, simplificando sus temáticas.

No obstante, construir una historia requiere más que la elección de uno de estos arquetipos o su combinación. Se necesitan ingredientes adicionales para enriquecer la obra planteada a los lectores con elementos que realcen los sucesos, incitando a la lectura hasta el final. Para ello utilizamos los pilares esenciales para hacer una trama envolvente: la promesa, el progreso y la recompensa. Elementos que los autores deben trabajar para mantener a los lectores cautivados con sus historias.

La Promesa

Toda historia hace una promesa a los lectores desde sus primeros compases, invitándolos a sumergirse en una aventura dentro de un mundo desconocido, un romance apasionado e imposible, la búsqueda de venganza por una horrible vivencia en el pasado o la superación de un obstáculo que impide cumplir un difícil sueño. El núcleo de una historia radica en que los lectores descubran hasta dónde les llevará esta travesía prometida.

En primer lugar, se encuentra la promesa del tono y el estilo. La escritura de una comedia difiere drásticamente de la de un drama. Aunque es posible mezclar elementos serios con toques humorísticos, el tono inicial del libro debe ser distintivo y coherente en su desarrollo. El tono y el estilo deben presentarse y mantenerse desde los primeros momentos de la obra. Por ejemplo, si nos sumergimos en una historia de asesinatos en la que el detective es un bufón que no puede evitar soltar bromas frente a testigos y sospechosos, esta característica debe quedar clara desde la primera escena, sin sufrir giros abruptos a mitad de la narración.

No obstante, la promesa más significativa que los autores deben presentar es de qué trata la historia. Retomando el ejemplo del detective bufón, hay diversas opciones para la escena inicial: un asesinato, el descubrimiento de un cadáver o el protagonista resolviendo un caso anterior al crimen principal. Sumergir al personaje en su labor detectivesca constituye un adelanto sutil de la gran aventura que lo espera.

Es frecuente que una obra comience con un evento secundario que conduzca en cierta medida a la trama principal, pero donde el protagonista no está involucrado. Un ejemplo sería un crimen que sirva de apertura al caso que más tarde investigará el detective bufón. La apertura de la historia con tales tramas, a veces presentadas a modo de prólogo, estableciendo una promesa de acción y aventura, incluso si el primer capítulo comienza con un tono más sosegado.

Otro aspecto a destacar en la promesa del autor es el personaje principal y su desarrollo. Algunas historias presentan un protagonista con carencias o desafíos que le impiden alcanzar sus metas. Si este aspecto desempeñará un papel crucial en la trama, es fundamental abordar sus deseos y frustraciones desde las primeras páginas.

Finalmente, el escritor debe decidir qué tipo de trama desea exponer al principio. Puede optar por comenzar directamente con la trama principal o introducir una trama secundaria cuya resolución conduzca al corazón de la historia. La trama secundaria puede servir para presentar a los personajes, anclar sus arcos narrativos o explorar el mundo en el que se desenvuelven, especialmente adecuado en el género de fantasía o ciencia ficción. No obstante, siempre es crucial tener en mente la dirección que tomará la historia en el futuro.

En resumen, los elementos indispensables que un autor debe establecer desde el inicio de su historia son el tono y el conflicto del protagonista.

El Progreso

El progreso se posiciona como el componente más importante de una historia, siendo la consecución lógica a la promesa propuesta por el autor. Numerosos escritores han terminado sus obras con finales mediocres, pero aun así son populares y superventas gracias a su habilidad ofrecer un progreso cautivador que engancha a los lectores.

El progreso significa sensación de movimiento en una obra, que va más allá de pasar páginas. Se trata de las consecuencias de las acciones elegidas por los personajes, en ocasiones dando paso a situaciones irreversibles. Además, abarca la evolución de los propios personajes, quienes modifican tanto sus actitudes físicas como psicológicas debido a las experiencias vividas y al esfuerzo por alcanzar sus metas.

La mejor manera de utilizar el progreso es mostrando a los lectores la sensación palpable de que los personajes avanzan hacia el destino que buscan, guardando cierta relación con la promesa. Ya sea una pareja que busca estar junta a pesar de la oposición de su entorno o un grupo de piratas en busca de un tesoro oculto, el arco principal se construye a partir de una serie de conflictos que avanzan en una clara dirección.

En ocasiones, nos topamos con historias emocionantes que resultan aburridas debido a una promesa que no se corresponde con la dirección que toma la obra, a un progreso discordante. A pesar de que los personajes anhelen un objetivo específico, terminan siguiendo rutas distintas una y otra vez, sin alcanzar nunca lo que buscan, independientemente de las muchas aventuras que vivan.

Cuando se trabaja el progreso, resulta provechoso trazar una guía, ya sea una escaleta o esquemas generales, que detallen los eventos que experimentarán los personajes. Incluso los autores brújula pueden detenerse en determinados momentos de su obra para esquematizar los sucesos, evaluando de esta manera el progreso de manera correcta.

La Recompensa

La recompensa es la culminación de la promesa inicial que el autor establece. Si consideramos el arquetipo clásico de la narrativa, presentamos una promesa al inicio, los personajes se esfuerzan por avanzar hacia su objetivo, para luego enfrentar desafíos que parecen derrumbarlo todo justo antes del clímax. Entonces, con un último plan arriesgado, se esfuerzan por cumplir su cometido. Todo sale bien y el lector obtiene aquello que se prometió.

En ocasiones, el autor trata de ofrecer una recompensa diferente a lo prometido en un principio. Puede tratarse de una metáfora sobre la interpretación de la promesa original o de algo completamente ajeno a la idea planteada. Sin embargo, esta es una opción arriesgada. Ofrecer una recompensa diferente a la anticipada puede resultar tan efectivo como problemático. Antes de reemplazar la recompensa, se debe persuadir al lector de que desea algo distinto, lo cual se logra mediante pistas y situaciones naturales que guíen la trama hacia la nueva y desconocida recompensa.

También es posible proporcionar la recompensa esperada y algo adicional que nadie imaginaba encontrar, de manera similar a terminar una excelente comida con un exquisito postre.

En conclusión, para elaborar una trama sólida, es necesario considerar la promesa, el progreso y la recompensa. Estos elementos funcionan como una serie de causas y efectos, creando un ritmo natural y dinámico en el avance de los personajes.

La importancia de la premisa al escribir un libro

La premisa es la semilla de toda gran obra

La premisa es la idea inicial en torno a la que se desarrolla una historia, una definición que ya expliqué hace un tiempo, pero me gustaría indagar sobre el tema. La premisa se convierte en los cimientos de la narrativa que vamos a desarrollar, aunque para muchos sea un simple “¿de qué va?” la realidad es que una buena premisa es capaz de atraer a los lectores y, sobre todo, atrapar durante los primeros compases para continuar leyendo hasta el final.

¿De qué va tu historia?

Más tarde o más temprano llega el momento de escribir una sinopsis de tu obra, explicar de qué va tu historia. La sinopsis es indispensable en la descripción de la página de tu ebook autopublicado en Amazon, o en el correo que envías a las editoriales para probar suerte. También puede que surja esta pregunta cuando un amigo te pregunte sobre la obra en la que estás trabajando. La realidad es que la mayoría de autores nóveles son incapaces de explicar de qué va su historia en pocas palabras, hasta el punto que redactar una sinopsis es tan aterrador como una hoja en blanco en la cual no saben con qué palabra empezar.

Existe un problema en los escritores sin experiencia, confunden una idea para contar una historia con una ambientación, un sistema de magia original o un giro sorprendente del protagonista. Estos elementos están muy bien durante el desarrollo de un libro de ficción, pero la idea a partir de la que se desarrolla la historia parte de una premisa. Los ejemplos anteriores son perfectos para complementar una obra, pero no ayudan a la trama.

Para elegir una premisa es importante conocer las tramas maestras que componen todas las de historias, también sería interesante revisar las sinopsis de los libros y películas que más te gustan, para diferenciar la idea que tenías sobre su premisa con el resumen que utilizan las productoras o editoriales para atraer al público.

Disponer de una premisa consistente te ahorrará tener que reescribir fragmentos del libro, al menos los basados en la estructura principal. Es un punto de partida para los personajes y el tema de la obra, una sola frase que te evitará numerosos quebraderos de cabeza y mejorará la calidad de la narrativa.

Debido a su importancia, a continuación te explico algunos componentes que enriquecerán tu premisa para conectar con el público.

Una pizca de ironía

La ironía es capaz de enriquecer una premisa simple para hacerla más atractiva, a la vez que sirve como desencadenante de sucesos venideros. De hecho, para la industria del cine es uno de los elementos indispensables para los guiones. Un chico pobre y una chica rica tienen un romance durante un crucero que está destinado a hundirse, Titanic. Tres forajidos se odian a muerte, pero tienen que cooperar para hacerse con un tesoro del que cada uno tiene la información necesaria para su localización, El bueno, el feo y el malo. Una nave espacial acude a una llamada de rescate para ser asaltados por una criatura alienígena mortal, Alien: el octavo pasajero.

La ironía en la premisa sirve de gancho, capta la atención del público para querer saber más sobre la historia. Es como una buena portada de un libro o el cartel de una película. Si no eres capaz de identificar el elemento irónico de tu historia tal vez es porque te falta.

Pero no nos equivoquemos, que la ironía en la premisa sirva de gancho no significa que sea simplemente una herramienta comercial. También marca el rumbo que tomará la historia y define la idea controladora que sirve de tema general de la obra. Sin olvidar, un toque de ironía despierta mayor interés que su falta.

Generar una imagen mental de la obra

Los textos nos transmiten una imagen mental

La premisa es tan potente para una obra debido a la imagen mental que proyecta. Los humanos somos animales emocionales, a consecuencia, creamos imágenes mentales de cientos de situaciones a diario. Cuando un amigo nos cuenta una anécdota curiosa nuestra cabeza simula la escena, ocurre lo mismo al leer un artículo del periódico o al revisar textos de las redes sociales. Asimismo, el marketing aprovecha en exceso la imagen mental, con textos que nos evocan situaciones o sentimientos como gancho publicitario.

Por ello, es importante que la premisa proyecte una imagen mental real y atractiva de lo que ofrece un libro, un primer peldaño para introducirnos su ficción. De este modo, establecer una buena premisa sirve para proyectar en la imaginación del público lo que encontrará al leer.

Por otro lado, el elemento irónico reforzará dicha imagen mental, porque retuerce la idea principal con un giro que complica la situación.

Un título que acompañe la premisa

Por último, el título puede ir de la mano de la premisa, aunque no es obligatorio. A veces, nos desesperamos por encontrar un buen título atractivo, pero en ocasiones basta con recordar de qué trata la obra y utilizar un poco de ingenio.

El título complementa la premisa, pudiendo ser una extensión de esta, aunque en otras ocasiones es una referencia a un elemento o situación importante para resolver la trama. Puede incluir cierta ironía o resumir en pocas palabras de qué va, del mismo modo que puede tener diferentes interpretaciones que se descubrirán conforme avancemos en la trama.

Eso sí, obvia aquellos títulos insulsos y recurrentes que no digan nada a los posibles lectores, utiliza palabras contundentes que atraigan la atención.

En conclusión, es importante trabajar en la premisa antes de abordar de trabajar de manera seria una obra. Ahorrarás tiempo de escritura, enriquecerá el resto de la trama con elementos más atractivos y los personajes contarán con un rumbo perfilado para seguir. Además, contará al público de qué va vuestro libro de manera fidedigna para convencer a leerlo de una vez por todas.

Consejos narrativos I: Simpatizar con el protagonista

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La página sufre algo de escasez de contenido últimamente, culpa de un servidor, así que se me ha ocurrido hablar sobre algunos pequeños consejos para mejorar vuestras historias. Voy a empezar con uno bastante básico pero que utiliza en la mayoría de historias, simpatizar con el protagonista. Sin duda, se trata de un consejo manido por las páginas web de escritura pero que explican como un concepto vago que requiere trabajar con el personaje a través de toda la trama. Yo os diré el momento decisivo para utilizarlo, cuando presentamos al protagonista.

El mejor momento para simpatizar con el protagonista de una historia es al principio, hay otros personajes que parecen malos y luego adoraremos por los giros en la historia, pero el protagonista debe cautivar a los lectores en la primera escena al ser el que cuenta con más peso en todo el conjunto de la historia. Para que el público simpatice con el protagonista, para que quieran que triunfe en su meta, solo basta con que haga “algo”, normalmente una buena acción. Un ejemplo que me gusta mucho para retratar dicha acción es la película de Aladdín de Disney. Aladdín aparece por primera vez en el mercado de Agrabah, lo que hace es robar para luego ser perseguido por la guardia. El público debe simpatizar con el protagonista y nos presentan a un ladrón que por norma provocaría el sentimiento contrario, aunque cuenta con una personalidad simpática y los guardias parecen los verdaderos delincuentes por su agresividad. Antes de finalizar la escena, cuando despista a la guardia, Aladdín se encuentra con un par de niños rebuscando comida en la basura. No duda en regalar su botín, que era una barra de pan, a un par de niños necesitado aunque ahora sea él quién pasará hambre.

Una acción tan sencilla hace que el público conecte con el protagonista, la clave es que dentro de la circunstancia de cada protagonista debemos encontrar el detalle que muestre su lado bueno o, al menos, nos haga conectar con su propósito. No hace falta que sea una buena acción, puede mostrar su lado cómico ante situaciones peligrosas. Por su parte, los antihéroes, que suelen caracterizarse por su falta de bondad, lo ideal es que muestren momentos donde la sociedad los maltratan o le dan de lado, que se aprecie la razón por la que son unos incomprendidos.

Espero que este consejo os ayude a mejorar el arranque de vuestros proyectos literarios. Próximamente os traeré nuevas ideas sencillas pero efectivas.

Cómo escribir escenas de acción para seducir a los lectores

como escribir escenas de accion
Toma el control al escribir escenas de acción

Las escenas de acción son situaciones esenciales para las historias de aventuras, fantasía o ciencia ficción. Una serie de conflictos continuos que generan una emoción creciente. Pero se trata de algo más que una pelea o una persecución, son encuentros inesperados o no que los protagonistas deben resolver y a veces traen consecuencias nefastas que cambian radicalmente el rumbo de la trama. Aprender cómo escribir escenas de acción es fundamental para generar tensión en el lector, captando su interés, para que siga leyendo y conozca qué sucederá a continuación.

Os cuento algunos consejos para escribir escenas de acción y las características más importantes que debéis tener en cuenta. Una manera de trabajar las escenas de acción es plantear su propia introducción, nudo y desenlace, con los preparativos, acción y consecuencias.

Saltarse la acción

Sí, habéis leído bien. Una de las técnicas para presentar una escena de acción es saltársela. No lo digo yo, es un recurso que utilizan los escritores de éxito. Recuerdo hace algunos años cuando leí Juego de Tronos, los libro de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martín, que encontré momentos de acción que directamente se obviaban. Canción de Hielo y Fuego utiliza en numerosas ocasiones dicho recurso, principalmente en batallas importantes que viven los personajes donde no recae el punto de vista del narrador.

La acción puede saltarse siempre que el conflicto sea irrelevante para la historia. Los lectores se llevarían las manos a la cabeza si el autor omite el esperado enfrentamiento final contra el villano. Saltaremos las escenas de acción cuando lo importante del conflicto sean sus consecuencias. Porque lo verdaderamente importante de una escena de acción es cómo llegamos a ellas y sobretodo los cambios que traen.

Lo que ocurre antes

Las escenas de acción no suceden por arte de magia. Son fruto de las decisiones de los personajes o por los intereses de terceros. A veces incluso son causa de desastres naturales, como un terremoto o una inundación, o casualidades pero siempre las dotaremos de sentido. Es importante mostrar la situación que conduce a la acción y describir la escena momentos antes de comenzar. También aclaramos lo que está en juego.

Lo que ocurre antes a veces es como la calma que precede a la tormenta. Los personajes pueden mostrar sus sentimientos de duda o preocupación. Es el momento de los conflictos internos, de enseñar la tensión entre los protagonistas y planificar como resolverán el conflicto, aunque a veces se trunquen los planes. Lo que ocurre antes también es la descripción de los instantes previos a la acción.

Las consecuencias

Quizás la característica más importante de una escena de acción, las consecuencias que provoca. A priori puede parecer que la acción son solo momentos espectaculares para dejar a todos con la boca abierta pero una escena de acción tras otra sin sentido aburre. Cada escena de acción que suceda debería implicar cambios en la historia, en los personajes o en el objetivo de estos. Podemos hacer que algún personaje acabe herido, complicando los sucesos venideros, alguien muere, pierdan un objeto fundamental, se enteren de que alguien anda tras ellos o cualquier otra cosa que se nos ocurra.

Las escenas de acción podemos usarlas para dar giros inesperados en la trama. Son detonantes para conducir a los personajes a nuevos rumbos inesperados. También sirven para justificar la evolución de los personajes durante la historia.

Cómo escribir una escena de acción

Una vez que comencemos a escribir las escenas de acción debemos tener claro algunas cuestiones. Para empezar se acabaron los momentos de reflexión o conflictos internos de los personajes. Las descripciones de acción tienen que ser claras y concisas. Las frases cortas son ideales para acelerar el ritmo de la acción. Para atrapar al lector y que continúe leyendo. También es preferible utilizar verbos frente a los adjetivos. Los verbos generan dinamismo mientras que los adjetivos detienen el movimiento.

Con frases cortas y verbos forzamos la tensión del lector para continuar leyendo pero limitará su razonamiento. La acción requiere claridad y precisión. Olvidemos las metáforas con florituras o reflexiones que podrían confundir al lector que solo quiere saber qué ocurrirá a continuación. Ya perdimos tiempo en lo que ocurre antes para describir y poner en situación al lector.

Por último hay que tener cuidado con no alargar demasiado la acción y frenar progresivamente la escena. La acción continua cansará y un corte brusco sería confuso.

Evitar un Deus Ex Machina

Una última recomendación es no resolver la escena de forma mágica. Si no sabéis lo que es Deus Ex Machina os invito a leer un artículo donde hablo sobre él. En resumen, para solucionar conflictos debemos utilizar métodos y habilidades que hayamos presentado previamente para no engañar al lector. Si los personajes tienen habilidades o herramientas con las que resolverán las escenas de acción deben ser conocidas con anterioridad.

Las escenas de acción deben dosificarse en su justa medida, muchas o pocas conseguirán el efecto contrario que deseamos. Aprenderéis a dosificar los conflictos trabajando y escribiendo mucho. Espero que este artículo os sirva para escribir escenas de acción. Si contáis con alguna duda tenéis disponible los comentarios y seguidme en redes sociales para .

Las 20 tramas maestras de la narrativa

ulises odisea sirenas
Ulises y las sirenas

Ya he hablado en varias ocasiones sobre como las tramas que escribimos ya han sido utilizadas anteriormente. Lo único que proporciona un autor con su historia es un punto de vista diferente al combinar elementos narrativos conocidos. Esto debe quedar claro o tenderemos a cambiar indefinidamente nuestros textos al pensar que ya se ha hecho.

Las 20 tramas maestras o tramas universales son los elementos narrativos más pequeños con los que podemos explicar de qué trata una historia. Son tan antiguas como al menos el Antiguo Testamento o los mitos de la antigua Grecia, todas estas tramas aparecen reflejadas en sus historias. Hay quienes dicen que son inherentes al ser humano, existen desde siempre y no surgirán más debido a que explican el comportamiento de las personas y sus inquietudes.

En este artículo os presento las 20 tramas universales que según Ronald Tobias encontramos en la narrativa. Existen otros estudiosos que hablan de 36 y otros las simplifican hasta 7, pero nunca nadie ha contado más. Os presento 20 tramas porque las restante podrían considerarse variaciones o combinaciones de estas.

1. Búsqueda

El protagonista se embarca en la búsqueda de una persona, lugar o cosa. Pueden ser elementos tangibles o no. Los elementos intangibles deben contar con características cualitativas, como obtener la inmortalidad o ser rey. Esta trama finaliza con un retorno y una evolución del personaje durante el camino, utilizando el arquetipo del viaje del héroe. Sin evolución del personaje no existe Búsqueda.

2. Aventura

Una trama de aventuras presenta a un personaje en búsqueda de fortuna o nuevas experiencias. Para ello, el protagonista abandonará su zona de confort y atravesará la frontera del mundo conocido. Esta trama podría confundirse con la Búsqueda pero aquí no encontramos un retorno o una evolución del protagonista. Un claro ejemplo sería Indiana Jones, donde la aventura no busca evolucionar a su personaje, lo importante es el camino.

3. Persecución

Sencillo, una persona persigue a otra. El punto de vista narrativo puede mostrar a la persona que busca o al fugitivo. Este último puede ser consciente de su persecución o ignorarla por completo.

4. Rescate

Una trama que consta de un protagonista que trata de recuperar a alguien que ha sido secuestrado en contra de su voluntad o algún objeto que ha sido sustraído. Lo más frecuente es encontrar a un protagonista, un antagonista y a la víctima.

5. Huida

El protagonista se encuentra confinado en algún lugar, de manera legal o no pero por la fuerza, y trata de escapar. En esta trama no se incluye la liberación de los demonios personales o situaciones que atrapan la psique de una persona.

6. Venganza

Un personaje, que puede ser el protagonista o el antagonista, toma represalias contra otros por unos daños que ha sufrido. Puede ser una venganza justificada o imaginaria.

7. Enigma

En dicha trama un protagonista busca pistas para resolver un problema. Puede tratarse de un caso de detectives o de alguna cuestión enigmática o ambigua que requiere respuestas.

8. Rivalidad

El protagonista participa en una competición donde se mide contra un rival. La relación de los personajes no implica enfrentamientos conflictivos, puede tratarse de una competición por un mismo objetivo entre amigos, desconocidos o entre héroe y villano.

9. Desvalido

Una trama donde un protagonista compite por ganar un objeto o alcanzar una meta contra otros. Pero con un detalle, el protagonista se encuentra en una mayor desventaja que los demás, algo que lo enfrenta a obstáculos mayores.

10. Tentación

El personaje se enfrenta a algún tipo de situación que le induce a comportarse de una manera mala o inmoral. Esta trama no implica la repercusión de abusar de un comportamiento negativo, pues ya estaría normalizado, sino que pretende exponer la razón que conduce a realizar o no dicho comportamiento en sus inicios.

11. Metamorfosis

La trama nos muestra un protagonista sufriendo cambios en sus características físicas, algo que queda reflejado en la identidad psicológica del personaje que va cambiando durante el proceso.

12. Transformación

Nos encontramos ante un proceso de cambio durante una etapa de la vida, pero siempre positivo, donde gana confianza o aprende aptitudes para ser aprobado socialmente.

13. Maduración

El protagonista se enfrenta a un problema que está relacionado con su crecimiento, al paso del tiempo. Sufre un proceso que viene acompañado de las responsabilidades de la edad adulta. Normalmente el cambio va de la inocencia a la experiencia.

14. Amor

El protagonista se enfrenta a una serie de obstáculos para conseguir el amor verdadero.

15. Amor prohibido

El protagonista se enfrenta a los obstáculos para consumar su amor. Los obstáculos vienen impuestos por costumbre o tabúes sociales. En muchas ocasiones, el precio de conseguir el amor provoca consecuencias muy negativas para la pareja.

16. Sacrificio

El protagonista sacrifica algo de valor para alcanzar un propósito mayor como el amor, el bien de la humanidad, el honor, el éxito, etc.

17. Descubrimiento

Una trama donde una persona aparentemente normal y corriente descubre detalles importantes u ocultos que hace cuestionarle la realidad o su condición. Con la conclusión, obtiene una visión más clara del mundo o aclara su propósito de la vida.

18. Precio del exceso

Un personaje se ve empujado hasta el extremo por sobrepasar los límites de un comportamiento malo o poco ético, ya sea por su propia elección o por accidente. Se enfrentará a las consecuencias negativas de sus actos que le conducen a un deterioro psicológico.

19. Ascensión

El camino de la miseria a lo más alto. Se trata de una trama del éxito de un personaje, debido de una habilidad o rasgo que le ayuda a ascender en la sociedad o sobre los demás.

20. Caída

De lo más alto hasta lo más hondo del pozo. En la caída contemplamos la destrucción de todo lo que ha conseguido el protagonista, debido a un comportamiento negativo que es incapaz de dominar y termina con todo lo que ha conseguido. Es frecuente combinar la trama 19 y 20 mostrando la subida a lo más alto y la posterior caída o viceversa.

Cómo utilizar las tramas maestras en nuestra historia

Conocer las tramas universales nos ayuda a construir mejores historias porque podemos clasificar todas las historias en su propia categoría. Si sabemos de qué tratará nuestra novela, relato o guión le asignaremos la trama a la que pertenece, con esta información ahondaremos en los detalles de la susodicha trama para aplicar correctamente los elementos que esperamos de ella.

Me gusta repetir que la experiencia sirve de mucho. Si buscamos historias donde se utilizan la trama de nuestra historia podemos comprobar los elementos que contiene, cómo los utiliza, cuándo, etc. Si diseccionamos una buena historia, tendremos la clave que necesita nuestra trama. Con esto no estoy diciendo que plagiéis, sino que comprobéis que cada reacción tiene un desencadenante y una consecuencia, no aparecen de la nada.

Las tramas se pueden combinar unas con las otras, además, toda historia puede contar con una trama central y otras subtramas para explicar eventos o crear mayor profundidad. Pero recordando que a mayor número de tramas la historia ganará complejidad, necesitaremos de una mayor destreza para contarla correctamente y sin fisuras. Un protagonista puede comenzar con un Sacrificio que le conduce a una Ascensión, luego sufrir una Tentación que conlleva a la posterior Caída. O una Búsqueda conduce a la Venganza para acabar pagando el Precio del exceso.

Cada personaje puede participar en varias trama diferentes, creando subtramas dentro de una historia que proporcionen profundidad al mundo y expliquen o justifiquen sucesos venideros.

Por último, si tenéis alguna duda o sugerencia os animo a comentar. Si os ha servido la información y pensáis que puede ayudar a otros os agradezco que compartáis en redes sociales para llegar a más gente. No dudéis en seguirme para no perderos ningún artículo.