Las escenas de acción son situaciones esenciales para las historias de aventuras, fantasía o ciencia ficción. Una serie de conflictos continuos que generan una emoción creciente. Pero se trata de algo más que una pelea o una persecución, son encuentros inesperados o no que los protagonistas deben resolver y a veces traen consecuencias nefastas que cambian radicalmente el rumbo de la trama. Aprender cómo escribir escenas de acción es fundamental para generar tensión en el lector, captando su interés, para que siga leyendo y conozca qué sucederá a continuación.
Os cuento algunos consejos para escribir escenas de acción y las características más importantes que debéis tener en cuenta. Una manera de trabajar las escenas de acción es plantear su propia introducción, nudo y desenlace, con los preparativos, acción y consecuencias.
Saltarse la acción
Sí, habéis leído bien. Una de las técnicas para presentar una escena de acción es saltársela. No lo digo yo, es un recurso que utilizan los escritores de éxito. Recuerdo hace algunos años cuando leí Juego de Tronos, los libro de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martín, que encontré momentos de acción que directamente se obviaban. Canción de Hielo y Fuego utiliza en numerosas ocasiones dicho recurso, principalmente en batallas importantes que viven los personajes donde no recae el punto de vista del narrador.
La acción puede saltarse siempre que el conflicto sea irrelevante para la historia. Los lectores se llevarían las manos a la cabeza si el autor omite el esperado enfrentamiento final contra el villano. Saltaremos las escenas de acción cuando lo importante del conflicto sean sus consecuencias. Porque lo verdaderamente importante de una escena de acción es cómo llegamos a ellas y sobretodo los cambios que traen.
Lo que ocurre antes
Las escenas de acción no suceden por arte de magia. Son fruto de las decisiones de los personajes o por los intereses de terceros. A veces incluso son causa de desastres naturales, como un terremoto o una inundación, o casualidades pero siempre las dotaremos de sentido. Es importante mostrar la situación que conduce a la acción y describir la escena momentos antes de comenzar. También aclaramos lo que está en juego.
Lo que ocurre antes a veces es como la calma que precede a la tormenta. Los personajes pueden mostrar sus sentimientos de duda o preocupación. Es el momento de los conflictos internos, de enseñar la tensión entre los protagonistas y planificar como resolverán el conflicto, aunque a veces se trunquen los planes. Lo que ocurre antes también es la descripción de los instantes previos a la acción.
Las consecuencias
Quizás la característica más importante de una escena de acción, las consecuencias que provoca. A priori puede parecer que la acción son solo momentos espectaculares para dejar a todos con la boca abierta pero una escena de acción tras otra sin sentido aburre. Cada escena de acción que suceda debería implicar cambios en la historia, en los personajes o en el objetivo de estos. Podemos hacer que algún personaje acabe herido, complicando los sucesos venideros, alguien muere, pierdan un objeto fundamental, se enteren de que alguien anda tras ellos o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Las escenas de acción podemos usarlas para dar giros inesperados en la trama. Son detonantes para conducir a los personajes a nuevos rumbos inesperados. También sirven para justificar la evolución de los personajes durante la historia.
Cómo escribir una escena de acción
Una vez que comencemos a escribir las escenas de acción debemos tener claro algunas cuestiones. Para empezar se acabaron los momentos de reflexión o conflictos internos de los personajes. Las descripciones de acción tienen que ser claras y concisas. Las frases cortas son ideales para acelerar el ritmo de la acción. Para atrapar al lector y que continúe leyendo. También es preferible utilizar verbos frente a los adjetivos. Los verbos generan dinamismo mientras que los adjetivos detienen el movimiento.
Con frases cortas y verbos forzamos la tensión del lector para continuar leyendo pero limitará su razonamiento. La acción requiere claridad y precisión. Olvidemos las metáforas con florituras o reflexiones que podrían confundir al lector que solo quiere saber qué ocurrirá a continuación. Ya perdimos tiempo en lo que ocurre antes para describir y poner en situación al lector.
Por último hay que tener cuidado con no alargar demasiado la acción y frenar progresivamente la escena. La acción continua cansará y un corte brusco sería confuso.
Evitar un Deus Ex Machina
Una última recomendación es no resolver la escena de forma mágica. Si no sabéis lo que es Deus Ex Machina os invito a leer un artículo donde hablo sobre él. En resumen, para solucionar conflictos debemos utilizar métodos y habilidades que hayamos presentado previamente para no engañar al lector. Si los personajes tienen habilidades o herramientas con las que resolverán las escenas de acción deben ser conocidas con anterioridad.
Las escenas de acción deben dosificarse en su justa medida, muchas o pocas conseguirán el efecto contrario que deseamos. Aprenderéis a dosificar los conflictos trabajando y escribiendo mucho. Espero que este artículo os sirva para escribir escenas de acción. Si contáis con alguna duda tenéis disponible los comentarios y seguidme en redes sociales para .
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