Hace poco terminé de releer el último libro, La Dama del Lago, de la saga de Geralt de Rivia. Una labor que me propuse por el amor que siento por dicha serie de libros. Ese desenlace desgarrador, personajes luchando por lo que de verdad importa y esos momentos que transmiten cercanía.
Decidí volver a leer la saga del brujo al ser en mi memoria la mejor historia de fantasía que ha pasado por mis manos. Lo cierto que me ha vuelto a enamorar, no ha sido una ilusión creada por la memoria donde los acontecimientos pasados siempre fueron mejores.
He vuelto a personajes cercanos que viven en conflictos con gente noble e importante, a la que solo le importa sus intereses y estatus. La alta fantasía le proporciona demasiada importancia a los reyes, al linaje y al honor. La alta fantasía se olvida del hombre de a pie.
Geralt debe arrastrarse por el lodo para ganarse la vida, es rechazado de la sociedad por ser diferente. Los protagonistas atraviesan tierras llenas de penurias, devastadas por la guerra o por los abusos de que guardan el poder. Los personajes deben decidir entre mirar hacia otro o participar en conflictos donde no hay honor, donde solo queda rabia y odio creado por desgracias y promesas rotas. Donde la bondad y el honor no se recompensan, sino que se castiga con sangre.
Cirilla Fiona Elen Riannon, princesa de Cintra, mejor conocida como Leoncilla de Cintra o simplemente Ciri. Niña de pelos cenicientos, ojos esmeraldas y temperamento de acero. Sus padres, Pavetta y Duny, murieron en un naufragio por una tormenta. Entonces quedó completamente al cargo de su abuela Calanthe, reina de Cintra.
Su destino quedó ligado a Geralt de Rivia después de que este liberara a su padre Duny de la maldición de parecer un erizo. Conforme avanza la historia en la Saga de Geralt de Rivia, el protagonismo de Ciri eclipsa al del propio brujo.
El derecho a la sorpresa
Cuando Dany fue desencantado por Geralt, le dijo que lo compensaría con cualquier cosa que le pidiera. Geralt le dijo que le diera aquello que tiene pero que todavía no sabe. Al instante se desvela que Pavetta está embarazada.
El derecho a la sorpresa es una costumbre antigua en el mundo de Geralt, que hace referencia a un cuento popular cuyo protagonista es un hombre erizo. Se trata de una petición a cambio de solventar una deuda importante. Normalmente se pide: «La primera cosa que viene a saludarte al llegar a casa» o «lo que encuentres en casa y que no esperes». Cuando se hace una petición de este tipo se establece un lazo ligado por el destino, donde evitarlo suele conducir a consecuencias nefastas. Ciri es la niña destinada a Geralt aunque el brujo es reticente a dichas creencias sobre un destino que lo guía.
El rol de Ciri
La relación entre Geralt y Ciri toma un rumbo paternofilial. Los brujos no pueden engendrar hijos, los mutantes son estériles. Ella será lo más cercano a un hijo que jamás tendrá. Tras una guerra entre Nilfgaard y Cintra, Ciri pierde a todos sus seres queridos. Geralt la acoge tras una serie de sucesos que le conducen a la niña cuando la creía perdida para siempre. La lleva consigo, adiestrándola como a uno de los brujos y enseñándole los secretos de la espada.
Aunque algo extraño ocurre con Ciri, cuenta con unas misteriosas visiones de arrebatos mágicos debido a sus lazos con la vieja sangre, es descendiente de Sabios elfos con gran sabiduría y poder mágico. Una profecía surge en los reinos, parece que Ciri es la llave para un destino funesto que causará grandes catástrofes. Diferentes personajes intentan hacerse con Ciri, sin importarles derramar sangre para conseguirlo. Geralt tratará de protegerla de la única manera que sabe, utilizando la espada.
Se acerca el tiempo de la espada y el hacha, la época de la tormenta salvaje. Se acerca el Tiempo del Invierno Blanco, de la Luz Blanca. El Tiempo de la Locura y el Odio, Tiempo del Fin. Aunque de esta profecía hablaré en otro artículo.
El último deseo es el primer libro de la saga de Geralt de Rivia. No se trata de una novela al uso. Estamos ante una recopilación de relatos que presentan al protagonista, nos muestran su trabajo como brujo y a los personajes más importantes en la futura trama. Aunque el libro no introduzca de lleno en la historia, los relatos son muy importantes para establecer un contexto. No hablaré de los relatos individualmente, esto es algo que aconsejo conocer de primera mano.
¿Qué es un brujo?
Los brujos raptan niños pequeños a los que después atiborran de hierbas mágicas. Los que sobreviven mutan para convertirse en brujos, hechiceros con habilidades inhumanas. Se les enseña a matar, se les elimina todo sentimiento e impulso propio de los seres humanos. Se hace de ellos monstruos que han de matar a otros monstruos. Aunque lejos de la realidad, esta definición es la creencia que tiene la gente corriente sobre los brujos.
Geralt fue separado de sus padres de niño y llevado a Kaer Morhen, una vieja fortaleza considerada como el hogar de los brujos. Nunca conoció a sus verdaderos padres. Para él, Vesemir es su padre y mentor. Le aplicaron la prueba de las hierbas. Hormonas, infusiones e infecciones víricas hasta obtener resultados o morir. Geralt soportó los cambios de forma excepcional, por lo que le aplicaron experimentos más complicados. Sobrevivió y entre otros efectos secundarios sus cabellos se volvieron blancos. Por ello es conocido como el Lobo Blanco. Después lo adiestraron como brujo hasta ganar su medallón de la Escuela del Lobo, que vibra ante presencia mágica. En sus viajes siempre lleva dos espadas, una de hierro para los hombres y otra de plata para los monstruos.
La senda del brujo
La creencia sobre la falta de sentimientos de los brujos es mentira, el problema es que su estilo de vida los conducen al rechazo. Acaban creyéndo que son unos inhumanos. Geralt se acerca a las empalizadas de los pueblos y espera. Si alguien sale para proponerle un encargo lo realiza. Si le insultan y tiran piedras se marcha. Busca anuncios que requieran de sus servicios en los cruces de los caminos. Su trabajo le lleva siempre a lugares inmundos: calabozos húmedos, ruinas repletas de huesos, grutas en las montañas que apesta a carroña. Al volver, tras acabar con la bestia, siempre lo mismo. Ojos de miedo y asco por parte del que paga.
Geralt hace alarde del código de su profesión. Unas normas de conducta que le proporcionan confidencialidad en sus métodos, no mata criaturas dotadas de razón y evitar inmiscuirse en tramas políticas u otras cuestiones de poder. Aunque el código del brujo es una mera invención, dicho código le genera respeto frente a los clientes importantes y le hace, en general, mantenerse neutral ante la lucha de intereses entre diferentes facciones. Su trabajo es matar monstruos que amenazan a las personas indefensas.
El mal menor
En la saga de Geralt de Rivia no existe el bien y el mal absoluto, todo depende del punto de vista. Las decisiones desencadenan consecuencias. De aquí nace el mal menor, elegir la opción menos mala, la que produzca menos repercusiones negativas. El código ayuda a Geralt a mantenerse neutral. No cree en el mal menor pero a veces se ve obligado a actuar, o muchos sufrirán su actitud de mantenerse al margen.
Existe un mal supremo que impone sus consecuencias queramos o no. Unas decisiones que se presentan delante de las personas, que las envuelven en tinieblas, obligando a decidir entre ello u aquello otro menos malo. A veces, evitar el mal menor implica atravesar la borrosa frontera de una destrucción a gran escala de todo lo bueno conocido.
Jaskier
Es un trovador errante amigo de Geralt. Considerado un gran poeta por muchos nobles y plebeyos de diferentes reinos. Otros lo ven como un perezoso, mujeriego e idiota. Acompaña a Geralt cuando sus caminos coinciden. El brujo le tiene en gran estima a pesar de conducirlo a más de un entuerto y no hacer caso de las advertencias de peligro.
Jaskier parece una persona totalmente opuesta a Geralt. Es ingenuo, torpe y se deja llevar por los vicios. Al ser artista, dispone de facilidad para despertar sentimientos y simpatizar con los demás. Este contraste acerca a Geralt a lo humano. Son amigos, lo acompaña y, a diferencia de la mayoría, lo trata como a un igual. Jaskier representa a los hombres. Su compañía hace que Geralt no se vuelva una bestia salvaje, por el rechazo que sufre. El vínculo de amistad salva al brujo de la soledad del guerrero.
Yennefer
Hechicera, hermosa y terrible. Tiene por costumbre vestir tan solo dos colores: negro y blanco. Luce pelo negro, largas pestañas que ocultan el color de sus ojos y una cinta al cuello con una estrella de obsidiana y diamantes. Rodeada siempre por el aroma a lilas y grosellas de su perfume favorito. Es una mujer independiente que no duda en aprovecharse de los demás si es necesario, haciendo uso de su belleza o del terror que infunde con su magia.
Yennefer está ligada a Geralt por el amor. Entre ellos existe pasión y gozo aunque también viven sus momentos de relación nociva. Sus diferencias les conducen a temporadas separados por una convivencia imposible, pero cuando vuelven a encontrarse brillan como una pareja invencible capaz de superar cualquier adversidad.
Tras su orgullo esconde una gran debilidad, un deseo imposible. El proceso para convertirse en hechicera vuelve a la mayoría de mujeres estériles. Yennefer pagaría cualquier precio por revertir su estado y ser madre.
Aunque las historias en El último deseo sean independientes, entre una de ellas se planta la semilla del personaje más importante de toda la Saga de Geralt de Rivia. Dentro de uno de los relatos Geralt establece un vínculo con el destino que cambiarán no solo su vida, sino el futuro de todos los reinos que componen los libros. Algo que contaré en el próximo artículo.
Geralt de Rivia es una de las sagas de fantasía más exitosas de la actualidad. Su autor polaco Andrzej Sapkowski nos narra la historia del brujo Geralt, un cazador de monstruos que vaga por un mundo de ficción que representa la cara más oscura de la fantasía. La ambientación se burla del concepto tradicional, más tolkiniano, que tenemos del género. Su universo se decora de lo sucio y decadente, donde el honor y el mal absoluto son sustituidos por la avaricia y los deseos viles que presentan los hombres. Su historia se centra más en los personajes que en los detalles del mundo.
Geralt es un vagabundo que recorre diferentes territorios para ganarse la vida, sin pretender ningún viaje iniciático para convertirse en héroe. Es un brujo, un mutante. En su infancia sufrió experimentos que le provocaron modificaciones corporales, mejorado sus habilidades físicas como la percepción o los reflejos. Gracias a esto, su maestría con la espada difícilmente encuentra rival. Pero el precio de sus mejoras lo arrastran al rechazo, la gente corriente repudia su mera existencia. Su cabello es alvino por las mutaciones, sus ojos se asemejan a los de un felino y sus rasgos faciales son salvajes, sobre todo cuando toma las pociones que le ayudan a combatir bestias.
La ambientación de Geralt de Rivia se nutre en parte de la fantasía de Tolkien. Encontramos reinos medievales donde gobiernan reyes. Los humanos conviven con otras razas como elfos, enanos o medianos, aunque el racismo contra estas etnias acaba derivando en tensión y odio. Pero el verdadero referente de la saga es hacia el folclore europeo, los cuentos populares que todos hemos escuchado de pequeños. Encontramos referencias a la Bella durmiente, la Bella y la Bestia, la Sirenita, Blancanieves y también a criaturas mitológicas. Eso sí, las referencias presentan un enfoque más grotesco y denigrante del que tenemos en mente.
Para hablar de la importancia del folclore europeo en Geralt de Rivia primero hay que conocer las raíces de la fantasía. Descubrir el origen de los cuentos.
El origen de la fantasía
El origen de la fantasía se remonta a los mitos clásicos de las civilizaciones. Nadie sabe cuándo comenzó la creencia en los dioses pero surgieron para explicar lo desconocido. Los mitos nacen por la necesidad de los hombres de dar sentido a su mundo, para explicar todo aquello que se escapaba a su comprensión. Se sirven de dioses y héroes para narrar grandes gestas y tragedias. La conducta de los protagonistas servía como referente social, diferenciando entre lo bueno y lo malo. Los mitos formaban parte de la cultura que los valoraba como ciertos, formando una mitología.
Con el desarrollo de la ciencia y el pensamiento filosófico, los mitos comenzaron a considerarse patrañas. Las historias perdieron su valor religioso y se volvieron leyendas. La tradición oral se nutrió de este legado olvidado y cada pueblo adaptó su propio folclore.
La necesidad de contar historias originó una nueva corriente. Imagina a una familia de hace miles de años en su hogar, durante una noche fría. El anciano se sienta junto al fuego mientras realiza alguna tarea manual. Alrededor se agrupa el resto de la familia, esperando en silencio mientras crepitan las llamas. Entonces afina la voz y comienza a narrar un cuento.
El cuento como promotor de valores
Los cuentos servían como entretenimiento en su época, aunque también lanzaban avisos. Las famosas moralejas. Estaban dirigidos sobre todo a los niños, trataban de establecer modelos de valor para los hombres y modelos de belleza para las mujeres. Los jóvenes debían amoldarse a estos modelos establecidos para ser admitidos socialmente, incluso ciertas conductas podían hacerles ascender en puestos sociales e incluso asegurar la supervivencia. La peor parte se la llevaban las mujeres, el concepto de belleza implicaba sumisión, honestidad y una paciencia infinita que siempre sería recompensada, por lo general con el amor. Por otro lado, el objetivo de los hombres era poseer a una mujer con tales cualidades de belleza.
La belleza implicaba debilidad, aceptar la superioridad masculina. Por ello, una mujer enferma y silenciosa era mejor considerada que otra inteligente e independiente. Una mujer hermosa y rebelde robaba el alma a los hombres que atraían, eran súcubos. Las mujeres malvadas de los cuentos solían ser bellas e inteligentes.
Los primeros cuentos eran grotescos y se valían del miedo, aunque estuvieran dirigidos a los niños. Los comportamientos repudiados por la comunidad arrastraban hasta el mal, hasta los monstruos escondidos en las sombras que te devoraban o te convertían en uno de ellos. El miedo es un sentimiento universal, de los primeros que surgió en el ser humano. Es sinónimo de inexperiencia y los cuentos se encargaban de transmitir conocimientos.
El nacimiento de la fantasía
Los círculos intelectuales siempre habían despreciado las historias del folclore, las consideraban burdas y sin valor artístico alguno. No fue hasta finales del siglo XVIII, con el romanticismo, que nace el género fantástico como tal. Diferentes autores, como los hermanos Grimm. Se preocuparon de recopilar los cuentos y canciones de tradición oral. Adaptaron por primera vez un material que había pertenecido al pueblo desde tiempos desconocidos. Muchas de las connotaciones grotescas se perdieron y las moralejas se adaptaron a los valores de la sociedad actual.
La fantasía se generó entorno a los cuentos de hadas, siendo tratada como un género para niños aunque con el tiempo surgieran grandes autores, con historias a tener en cuenta. La fantasía recupera a los grandes héroes míticos para inspirar sus historias. El arquetipo del héroe influye completamente en el género. Se centran demasiado en los acontecimientos y los valores del protagonista, conservando el estigma de ser historias para niños.
Hasta que tomó el testigo Tolkien con El Señor de los Anillos. Se inspiró en la mitología nórdica y en el Anillo del Nibelungo. Fraguó su universo entorno al viaje del héroe y elementos de fantasía épica. A pesar del mundo rico y detallado que creó, su labor más importante fue el trasfondo de los personajes, sentían, dudaban y cobraban una importancia mayor que en las historias anteriores. Lo que atrajo al género al gran público. La fantasía dejó de ser un género infantil para pasar a un público adulto. El Señor de los Anillos fue un verdadero referente que fue imitado hasta la saciedad.
Con el tiempo, la fantasía evolucionó y surgieron nuevas corrientes, algunas sin necesidad de elfos, enanos u orcos, abandonaban los feudos medievales. El antihéroe también formó parte de las nuevas historias, un personaje imperfecto que carece de los valores del héroe tradicional. Sus motivaciones suelen ser egoístas, preocupándose más por su supervivencia o ambiciones que por el bien común o la aceptación social.
Saga Geralt de Rivia
En este punto es cuando nace Geralt de Rivia, un antihéroe dentro de un universo que se nutre de elementos ya conocidos: sociedad medieval feudal, elementos mágicos y razas como elfos y enanos. También recoge la influencia de los cuentos europeos, con referencias al carácter grotesco de los originales pero sin sus moralejas de valores tan obsoletos. Si acaso, la moraleja que nos acaba dejando es que los auténticos monstruos son los hombres, que inventan seres perversos para eclipsar los actos depravados que ellos comenten.
Queda un largo camino que recorrer dentro de esta saga de libros. Conocer su trama y sobre todo a sus personajes, que son los que otorgan mayor valor a la obra. Aunque para ello, deberéis esperar a próximos artículos, porque lo que os he contado es tan solo el principio.
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