¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? es uno de los libros más memorables de la ciencia ficción. Aunque más que un libro leído, es conocido por su afamada adaptación cinematográfica: Blade Runner. Película odiada y querida a partes iguales.
Su autor, Philip K Dick, escribía bajo los efectos de las anfetaminas. Declaró en alguna ocasión vivir en una realidad producto de una simulación, algo parecido a una experiencia en Matrix. Pero sus problemas mentales no le impidieron convertirse en un escritor reconocido e influir en las películas de ciencia ficción de Hollywood.
Dick se sorprendía del temor de la sociedad a que las inteligencias artificiales fueran capaces de destruir al hombre en el futuro, al ser incapaces de guardar sentimientos, al mismo tiempo el propio hombre era responsable de los crímenes más salvajes jamás imaginados, como los casos de la segunda guerra mundial.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
El libro nos sitúa en un hipotético 1992, el planeta Tierra se encuentra devastado debido a una guerra química. La contaminación deteriora al hombre, tanto física como mentalmente. Muchas especies de animales han perecido, otras se encuentran al borde de la extinción. Los pocos supervivientes sanos de la contaminación han emigrado a Marte, llevando consigo unidades de androides como sirvientes. Llevando androides a modo de esclavos.
Los humanos se han vuelto seguidores de una nueva religión, el mercerismo, donde las doctrinas de un profeta demuestran por medio de la empatía las diferencias entre androides y humanos. Por otro lado, cuidar de animales domésticos se convierte en una especie de reconocimiento social. Los humanos deben tener animales para demostrar empatía y no sufrir el rechazo de sus congéneres.
El agente Rick Deckard
Rick Deckard es un caza recompensas que se encarga de eliminar androides. En el libro no se usa el término Blade Runner, para los cazadores de androides, ni replicantes para los androides. Es algo que surgió en la película. Rick Deckard no es un hombre solitario, la historia comienza despertando junto a su mujer para comenzar un nuevo día. Como buen ciudadano cuenta con su propio animal doméstico, aunque se trata de una oveja eléctrica al no disponer de tanto dinero para una verdadera. Deckard recibe un aviso de seis sospechosos de ser androides. Debe eliminarlos para arreglar su oveja estropeada o para comprar un auténtico animal doméstico.
Los androides cuentan con una fisionomía similar a los verdaderos humanos y sus nuevos procesadores dificultan su reconocimiento. Para descubrir si son humanos o máquinas existe un test que analiza las respuestas y estímulos de una serie de preguntas empáticas. Aunque surge un problema, las personas con deficiencias mentales pueden pasar por robots. El test se pone en entredicho.
Con esta premisa avanza una trama que pone en duda la propia humanidad del hombre. Una paranoia social atrapa a las personas, tratan de parecer humanos frente al resto y a la vez cuestionan la empatía de los demás. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? cuestiona el temor de las personas a lo desconocido cuando son ellas mismas quienes han perdido la humanidad, dejando que religiones o programas de televisión maratonianos sean quienes establezcan sus ideales. Personas que se preocupan más de cuestionar las vidas ajenas a disfrutar de las suyas.
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