Neuromante: la transcendencia del ciberpunk

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tokio ciberpunk
Calles de Tokio

Neuromante es la primera obra de William Gibson publicada en 1984. Supuso el nacimiento de un nuevo subgénero de ciencia ficción denominado Ciberpunk. Esta vez, más que una reseña, quiero abordar la importancia que trajo este libro y el legado que nos dejó. Forma parte de la trilogía del Sprawl o ciberespacio, junto con Conde Cero y Mona Lisa acelerada, aunque se puede leer de forma independiente.

¿Qué es el ciberpunk?

El ciberpunk es la normalización de lo cibernético en la vida cotidiana de las personas. Los aparatos electrónicos, hardware y software, son capaces de sustituir o complementar los órganos de los seres humanos, mejorando las capacidades físicas e intelectuales en muchos niveles. Encontramos una red muy parecida al actual Internet donde los hackers aprovechan las debilidades de los programas por diversión o para sacar algún tipo de beneficio, convirtiéndose en grandes delincuentes por el peligro que entrañan en una sociedad tan dependiente de los componentes electrónicos.

Pero el género no se conforma aquí, realiza una protesta contra la política. Imaginan un futuro cercano dentro de un mundo distópico, con grandes contrastes entre los avances tecnológicos y el decadente estilo de vida de las personas causado por los intereses de las megacorporaciones que controlan los altos estratos de la sociedad. Por otro lado, se pregunta si la tecnología deshumaniza al ser humano y temas filosóficos del estilo.

Antecedentes

El aire decadente y futurista ya lo vimos con anterioridad en novelas como Ubik de Philip K Dick o en la adaptación cinematográfica de «Sueñan los androides con ovejas eléctricas»: Blade Runner. El manga de Akira, Katsuhiro Otomo, también introdujo la megalópolis de Neo-Tokio con viñetas donde bandas de moteros, estudiantes conflictivos y adictos a los estupefacientes, tratan de sobrevivir en unas calles sucias y ruinosas repletas de tubos de neón y grandes rascacielos de fondo.

En todas estas historias encontramos muchos de los elementos que hoy identificaríamos como ciberpunk pero todavía no generalizaban los elementos informáticos.

William Gibson

Escritor estadounidense considerado el padre del ciberpunk. Con su primera novela Neuromante ganó algunos de los premios más importantes de la ciencia ficción como el Hugo, el Nebula o Philip K. Dick. Fue el primero en asignar el término “ciberespacio” e introdujo multitud de elementos del mundo de la informática y las redes en sus historias en un momento donde pocas personas tenían acceso a los ordenadores.

Neuromante

portada Neuromante William Gibson
Portada de Neuromante

La historia nos presenta a Case, un exvaquero del ciberespacio que perdió su capacidad de navegar en la matriz por traicionar a sus propios jefes. Ahora es un buscavidas en la ciudad de Chiba, una ciudad costera japonesa de mala muerte con un cielo teñido de estática de televisión por la contaminación. El alcohol y las drogas son su único aliciente para desvanecer los atormentados sueños del pasado.

Pronto aparece Armitage, un extraño personaje aparentemente sin rastro de su vida anterior, que viaja por el mundo reclutando personas para cumplir una misteriosa misión. Le acompaña su guardaespaldas Molly, una mujer con lentes implantadas en los ojos y cuchillas afiladas bajo las uñas que puede desplegar a su antojo.

Armitage convence a Case, operándole los órganos deteriorados por las drogas y su sistema nervioso dañado, para que vuelva a navegar para él. Pero para someterlo completamente le introduce una potente droga en el cuerpo que poco a poco lo matará si no se le suministra la cura a tiempo.

Sus objetivos les trasladará a diferentes localizaciones donde se les unirán nuevos personajes, culminando en una ciudad satélite llamada Sion con la lucha de una inteligencia artificial que trata de transcender en un nuevo ser.

El legado de la obra

El mayor problema del ciberpunk fue lo pronto que se cumplieron sus predicciones. Apenas una década después del lanzamiento de Neuromante, en los noventa, Microsoft lanzó su Windows. Los ordenadores se hicieron mucho más accesibles: los usuarios de PC, programadores e incluso hackers aumentaron su número exponencialmente. Si nos fijamos en la actualidad, Internet se ha convertido en algo cotidiano para todas las personas. Las nuevas generaciones no saben lo que es vivir sin un teléfono móvil, para ellos es un portal al mundo digital tan asimilado como la realidad.

ghost in the shell Ciberpunk
Motoko Kusanagi en Ghost in the Shell

El mito del ciberpunk se trasformó en verdadero. Las grandes ciudades proyectan ese aroma decadente del que hacen gala sus historias. La originalidad se diluyó por la cercanía. La ciencia ficción siempre trata de soñar con el posible futuro. Los viajes espaciales. Nuevos mundos de lejanas galaxias o con tecnologías tan avanzadas que nos parecerían magia. Además, las historias de piratas, caballeros andantes u otros personajes de ficción nos hacen rememorar historias que nunca conoceremos, de ahí proviene el encanto.

El género acabó siendo muy redundante aunque ciertas obras se convirtieron en grandes referentes. La película de animación japonesa Ghost in the Shell: realiza preguntas existenciales con unas imágenes de gran belleza, un mundo devorado por la tecnología y una historia muy cercana a Neuromante aunque con un punto de vista muy distinto. También tenemos Matrix, una reinvención de lo que conocemos por la Red con una reinterpretación del mito de la caverna de Platón.

Daniel Arrebola
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7 thoughts on “Neuromante: la transcendencia del ciberpunk

  1. Hola, Mundos:
    ¡Ole ahí! Está muy bien que saques a la palestra el Ciberpunk. Como bien tú señalas, es trascendental. Lo digo, porque me encontrado en multitud de veces, que hay gente que no conoce este genero literario de vital importancia, y con el que disfruto cada vez que tengo oportunidad.
    Enhorabuena por tu acierto. Un abrazo.

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