No digas, muestra

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Muestra tu mundo

Mostrar en vez de decir. Este es uno de los consejos más frecuentes en la red sobre escritura creativa, lo encontraremos al tratar de descubrir la piedra filosofal que lance nuestra obra al estrellato (os aclaro que esto último no existe).

Sí, muy bonito. Muestra, no digas. Pero, ¿en qué consiste exactamente? Lo primero que necesitamos son definiciones sobre decir y mostrar. Para estos casos os recomiendo Wordreference, el diccionario online que más uso. Aunque existen muchas otras alternativas.

Decir: expresar verbalmente el pensamiento.

Mostrar: explicar, dar a conocer mediante una explicación.

La clave de “no digas, muestra” es diferenciar entre expresar verbalmente un pensamiento y explicarlo. Por ejemplo, en vez de decir que tal personaje estaba alegre mejor mostrar que al caminar daba saltos y sonreía a cualquier persona que se cruzara en su camino. Algo muy parecido a la teoría del Iceberg de Hemingway pero centrado en lo que sienten los personajes en el mundo donde viven.

Pero, ¿para qué sirve esto?

Podría parecer que sirve para alargar las descripciones y el número de palabras de un texto. No, de hecho simplificar lo que decimos y evitar la redundancia es otro aspecto importante en un texto creativo.

La clave de mostrar es crear empatía con el lector. Piensa lo fácil y rápido de decir que alguien sentía una gran furia, pero encuentra la diferencia de contar que esa misma persona rompió los muebles de su casa hasta hacerse daño en las manos, explicar como gritó con rabia palabras malsonantes hasta quedarse afónica y pagó su cólera con quien menos culpa tenía. Debemos mostrar para que el lector sienta y se ponga en la piel del otro. Sentir amor no son dos simples palabras, son una vorágine de sentimientos y bobadas que nos envuelven, e incluso a veces es difícil de explicar.

Mostrar es elegir la palabra adecuada. Por ejemplo en un dialogo, cuando un saludo se acompaña de un dijo difiere mucho de acompañarlo de un farfulló, que implica un estado de ánimo molesto.

La excepción que confirma la regla

Pero a veces, el camino de la narrativa debe evitar el uso de tantas aclaraciones e ir al grano. En los momentos de acción es importante dotar a las escenas de más dinamismo y velocidad. Aunque también hay momentos que tendremos que encontrar un equilibrio, para encontrarlo necesitaremos la experiencia. Una escena romántica podría tomarse su tiempo para narrar los gestos de los amantes, por el contrario, una persecución o una pelea debe ser precisa y agresiva, sin darle un respiro al lector.

Daniel Arrebola
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7 thoughts on “No digas, muestra

  1. Hola Daniel.
    Quería mandarte un saludo y presentarme por aquí como es debido. Hace poco que me he abierto un blog, así que, si ves alguna apreciación que se me haya saltado te agradecería me lo indiques.

    Conozco el articulo -tan bueno- al que aludes; (no digas, muestra)
    No sé si te habrá pasado como a mí que, algunas veces con tanta información sacada de talleres de literatura y demás campos, llega un momento en que uno no sabe lo que hacer. A mí al menos me pasa. siendo algunas veces tanta información -incluso- perjudicial, en según qué momentos. Huelga decir, que sin menoscabo en este trabajo tan bueno que expones y que todos debemos de revisar a menudo.
    Te felicito por tu blog y tu trabajo. Un abrazo.

  2. Buenas Nicolás.

    Pienso que antes de interiorizar tantas ideas y técnicas de escritura debemos de escribir. Asimilar el hábito. También leer géneros que nos gusten y de vez en cuando hacer incursión en los que no.
    Llegará el momento en que sintamos que no avanzamos, son llanuras en el proceso de aprendizaje. Siempre hay llanuras, más cortas o extensas, donde sentimos que no crecemos. Quizás son estos los momentos en los que necesitamos un poco de teoría. De nada vale leer todos los artículos de escritura que encontremos o asistamos a innumerables cursos si luego no los ponemos en práctica.
    Como consejo, no te satures de información sobre escritura. Primero por lo que dices, que no se sabe que hacer con tanto. Hay que ir asimilando ideas, empezando por las que entendamos y sean más intuitivas. Como ejercicio podrías comprobar las ideas con los textos que ya tengas escritos, sin necesidad de modificarlos. Pero teniendo esto en cuenta en los proximos escritos.
    Al final la propia experiencia se impone.

    Gracias por tus comentarios y felicitaciones. Saludos.

  3. Gracias, Daniel, por contestarme con sinceridad.
    Supongo que a veces hay que sentarse y escribir… olvidando un poco las reglas que, saldrán desde el subconsciente, lo quiera uno o no.
    Otra forma que tengo claro que no falla -que me dijo un profesor de literatura- es leer, leer muchísimo: nuestro cerebro aprende por repetición, sin proponérselo.
    Por aquí estaré. Un abrazo.

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